lunes, 19 de octubre de 2009

Claudia Rodriguez

Para mi la felicidad es cuando una mirada me hace vibrar y temblar de emoción, ya sea de mi marido o de mis hijos, no cambio por nada esa sensación que se mezcla entre nervios y un no se que.

Cuantas veces escuchamos “la vida esta hecha de momentos” y pensamos, no puede ser cierto, y con el paso de los años aprendemos que sí, que es así, podemos decir que la vida esta hecha de muchos colores, unos alegres y otros no tanto pero todos nos marcan un camino, nuestro destino diría yo. A medida que crecemos vamos aprendiendo a transformar tristezas en alegrías, utopías en proyectos, fantasías en realidades aunque a veces queden cosas en el camino porque no todo es color de rosa ni viene caído del cielo, ¿no te parece?
AH!!! Me olvidaba que catalogamos todo por etapas, hoy, la vida.
La primera etapa de nuestra vida, es la niñez donde todo es juegos, risas y aprendizaje podría decirse que es la mejor y a la que siempre queremos volver, ¿verdad?
La segunda etapa es en la adolescencia donde empiezan las utopías, los complejos y todo es diversión hasta que nos enamoramos, claro está y ahí saltamos a la tercera etapa donde nos envuelve la rutina y nos sentimos enfrascadas en un laberinto de peleas repetidas que nos hace olvidarnos de esos pequeños detalles que nos alegran la vida, disfrutar de un buen vino, un lindo atardecer, en fin todo lo dejamos de compartir por estar tan pendientes de lo material, comprendemos un día de repente que se nos paso lo mejor de la vida sin darnos cuenta. Y es ahí que nos preguntamos si vale la pena dejar de lado esos detalles que nos hace sentir vivos, decirnos por ejemplo que nos amamos con todo lo que eso significa, aprendemos que en la vida hay momentos irrepetibles y no por eso olvidados, porque sí la vida esta hecha de momentos unos felices y otros no tanto pero de eso se trata, de vivirla.

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